Diario de Montaje - 28 de agosto-.
Justo Pastor Mellado
Agosto 2002

 

 


Hace dos días hice referencia a una cuadro de la serie de Santo Domingo, que irá colgado en un recorte de panel, sobre el muro del altillo. Me quedé pegado en la costura y en el recorte de diario. Balmes introduce fragmentos de papel de diario en el cuadro. La tinta tipográfica regula las tensiones de la tinta pictórica: dirige la gobernabilidad de la mancha. Coyuntura de 1965: inicio de la reforma universitaria. Dato no menor. La costura en el trozo de tela de yute introduce la tasa mínima de objetualidad en el espacio del cuadro. Pero es el cuadro un campo de fuerzas en el que se juega y se juzga el desplazamiento de la representación de los cuerpos sociales sometidos a el ejercicio de las fuerzas extranjeras. Los marines son una fuerza extranjera en la geopolítica regional. La costura de cáñamo es una fuerza extranjera en la topografía del cuadro. Esa, ya se presenta como escena de condensación gráfica. Se trata de recuperar el valor de la fuerza extranjera como noción invasiva. Pero en 1997, el cierre de las minas de Lota resulta ser una invasión revertida: la corporalidad adquiere el valor de sus indicios residuales. EN ESTE GALPÓN HAY QUE MONTAR EL DISPOSITIVO PARA LA PINTURA DE GRAN FORMATO. Reposición de la ROPA COLGADA=SOPORTE. Esto me permite, para efectos de este "diario de montaje", intervenir el texto que escribí cuando Balmes presentó, por vez primera, en el Museo, "Lota el silencio". Esta pintura, realizada en el galpón de Matucana 100 -como TALLER TEMPORAL- "es la continuación de la política por otros medios". (Esta frase es aborrecible para cierta crítica chilena). Lo que quiero decir es que se trata de la continuación del tríptico de "Lota el silencio", que fue presentado, también, en la exposicion de Chile Artes Visuales 100 años. Si digo "continuación", ¿acaso estoy introduciendo la idea de que el tríptico "no estaba terminado"? Más bien, digo que el tríptico exigía, en este tiempo, ser continuado, porque de algún modo, se ha hecho "interminable".

[Importante: producir la distinción entre ROPA TENDIDA y ROPA COLGADA].

De hecho, hay que señalar el salto entre el pequeño cuadro de Santo Domingo, colgado en el altillo, a la pintura del centro del galpón, colgada desde el techo. Estarán, casi, enfrentados. El papel de diario de 1965 juega un rol como zona crítica de la representación histórica, siendo sustituído, en este cuadro de 2002 por objetos que apenas se presentan como extensiones gráficas (colgador de ropa y camisas). Pero de la representación histórica a la representación pictórica hay apenas una frontera gráfica. Me refiero al efecto gráfico del colgador, como dibujo condensado de la dimensión superior de un torso. Es el ancho de espaldas que ha sido (des)medido.

Regreso al texto de 1997. Su título era: EL REPITO DE LOS CUERPOS: "Baldomero Lillo y Alain Touraine, en distintas épocas, en virtud de distintas episteme, "levantan un acta" del deterioro de un cuerpo (social). José Balmes "levanta un acta" de la sustracción de la memoria gestual y vestimentaria de unos cuerpos fabriles (memoria de unas luchas sindicales extremadamente duras y de unas tecnologías corporales ligadas a herramientas extractivas). La pintura expone los términos reales de las actas anteriormente levantadas por la literatura y las ciencias sociales. Desde esta exigencia, se me plantea la necesidad de denominarla, rigurosamente, de realismo crítico."

[La noción proviene de Lukacs, a propósito de los tipos literarios. Los tipos literarios del gran realismo ruso inundan la narratividad de los textos de Lenin. Trasladados analíticamente a la narratividad formal de la pintura balmesiana, permiten recuperar la fisiognómica de las clases en desconstitución: la pintura se hace cargo de lo que ya no puede ser recuperado].

YA FUE INSTALADO EL TRUPÁN PARA GRACIA BARRIOS: bajo el altillo, contra la puerta corrediza. Sobre el trupán clavó una tela de lino. Sobre el lino, fijó la tela de gasa, en su parte superior. Extendió sobre la mesa de trabajo cercana, las fotocopias de nueve retratos. Retratos de nueve mujeres que fueron detenidas, a comienzos de la dictadura, estando embarazadas. Detenidas-desaparecidas de cuyos hijos no se tiene conocimiento. ¿Nacieron durante el cautiverio de sus madres? ¿Y si nacieron, donde están? Advierto que son fotografías de la misma época de los "retratos" de "Pobladores". Gracia Barrios los traslada a la tela de gasa. Son retratos actuales, que "dinamografizan" su trabajo. Esta palabra remite a la sismografía. Sus trazos actuales exhiben la dinámica de registro de las pulsaciones de un social perdido. La relación de esas fotocopias con las pinturas de 1972, me CONMOSIONA. [Se me produjo el mismo inquietante cosquilleo que sentí en la boca del estómago, para el terremoto del 21 de mayo de 1960. Esas imágenes me han terremoteado la memoria; me han convertido en un damnificado… ].

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