FLAVIA GANDOLFO / LINA KIM / OSVALDO SALERNO / ANALÍA SEGAL / ROBERTO VALCÁRCEL
G A L E R IA A N I M A L
NOVIEMBRE 2003
SUBLIME es una exposición de cinco artistas latinoamericanos provenientes de escenas plásticas territorialmente cercanas: Analía Segal (Argentina), Roberto Valcárcel (Bolivia), Flavia Gandolfo (Perú), Osvaldo Salerno (Paraguay) y Lina Kim (Prasil).
De estos artistas, Roberto Valcárcel y Osvaldo Salerno ocupan un lugar central en la renovación plástica de sus países, desde los años ochenta en adelante. Ambos tienen formación de arquitectura y han desarrollAdo proyectos institucionales , más allá de sus obras singulares, en las ciudades en que residen y trabajan; el primero, en Santa Cruz de la Sierra, el segundo en Asunción, donde ejerce además el rol de director del Museo del Barro. Las tres artistas restantes pertenecen a una generación que se instala ya iniciados los años noventa, desarrollando trabajos que toman en cuenta el avance de la crítica teórica y la explosión formal habilitada por el conceptualismo del cono sur de América. Precisamente, este es otro de los atributos que permiten formar con sus obras un bloque de referencia singular, que se organiza en un eje que va desde Lima a Sao Paulo, pasando por Santiago y Buenos Aires, sin dejar de considerar el eje paralelo formado por Santa Cruz y Asunción.
Las obras de Flavia Gandolfo y de Lina Kim, desde Lima a Sao Paulo, dibujan la tensión sutil de la representación corporal. Flavia Gandolfo produce fotografías recorriendo las salas de escuelas primarias donde quedan consignadas, en los pizarrones, las huellas de los diagramas de enseñanza de la historia del Perú. En términos estrictos, Flavia Gandolfo retrata letras escritas con tiza, como testigos gráficos de las formas rituales de repetición de la historia. Por su parte, Lina Kim realiza instalaciones en las que emplea camisas de fuerza y espejos circulares, en ambientes encuadrados por la frialdad visual de lavaplatos de acero inoxidables. Ambas artistas ponen en movimiento una reflexión sobre los lugares de encierro: la escuela y la institución mental. Es decir, ponen en escena unas imágenes de la Razón y de la Demencia.
Entre Santiago y Buenos Aires, en la última década, se ha establecido una red de contactos formales en torno a lo que Marcelo E. Pacheco, critico argentino, curador general del MALBA (Museo de Arte Latino Americano de Buenos Aires) ha definido como “conceptualismo caliente”. La presencia de Analía Segal, artista argentina residente en Nueva York, permite instalar una obra que estilísticamente condensa la mirada sobre las ambientaciones interiores del habitar, mediante el cubrimiento de grandes superficies de azulejos intervenidos por pequeñas protuberancias que rompen sutilmente su continuidad.
Galería Animal, en cuyo espacio se han exhibido instalaciones “duras” , formalmente relevantes para la escena chilena, propone un espacio de una monumentalidad compleja en que el trabajo de Analía Segal entrará a dialogar con su entorno, buscando resignificar habilabilidad, en el sentido de que se trata de una obra que interviene directamente el esapcio de la galería.
Finalmente, Santa Cruz y Asunción establecen un eje de relaciones que interpela al espacio chileno, en la memoria de su tradición barroca. En Chile, no hay barroco. Nuestro barroco provino de otras latitudes coloniales cercanas. En cambio, Santa Cruz y Asunción estuvieron en la misma zona de influencia de las misiones jesuíticas, llegando a producir un barroco americano particular, en su cercanía con la geometría sensible de las artes indígenas de la región. Esto plantea relaciones específicas entre arte popular, arte indígena y arte contemporáneo, de un modo que no se plantea en nuestra zona. Es así que su presencia en la exposición introduce una dinámica que permite poner en tensión desarrollos locales discontínuos, haciendo visible la gran diversidad y consistencia de la producción artística del como sur.
El título de la exposición, SUBLIME, plantea una paradoja que apunta a redistribuir en belleza el malestar en la cultura. De este modo, las obras de esta exposición se proponen como un consuelo, como una reparación simbólica ante el sacrificio de la socialidad forjada en la era de una globalización que afecta los procesos identitarios de las comunidades humanas.
octubre 2003