DIAGRAMAS (2)

En Diagramas (1) señalé la importancia determinante de una exposición como CIRCUITOS/CIRCUITS en la configuración del trabajo curatorial de Camilo Yáñez para la 7ª Bienal del Mercosur. Esta fue una exposición  que se planteó dentro y fuera  del Centro Cultural Matucana 100 y en ella  participaron alrededor de 35 artistas nacionales y extranjeros. En pequeño secreto de la exposición, implícito en su pragmática, era la inutilidad de la dupla que tanto daño analítico ha producido en la discursividad académica entre centro y periferia. La cuestión del dentro/fuera es una ficción destinada a acarrear  la atención sobre la consistencia de los tabiques distintivos de las acciones institucionales. Hablemos de la institución-centro y de la institución-artista, aunque se sitúen en escalas formales y políticas diferenciadas. Dentro/fuera es un recurso que determina los niveles de exclusión e inclusión de prácticas destinadas a señalar las inútiles utilidades de las prácticas.

CIRCUITOS/CIRCUITS aludía a una imagen abierta, flexible, cuyo objetivo era promover intercambios culturales y sociales dentro del barrio en que se encuentra el centro cultural. El centro debía justificar su presencia barrial en provecho de la ilusión de amabilidad que encubre el autoritarismo teatral de su presencia, como sustrato para la carrera política de su director en el próximo gobierno, si es que. Era necesario montar un boliche mediante el cual el niño pudiera demostrar de manera expansiva sus habilidades. De ahí, la necesidad de aguardar en el adentro un espacio para artes visuales, siempre subordinadas a la lógica de la espectacularización reversiva de experiencias “alternativas”.  Así y todo, sabiendo cual era el rango de la negociación de impostura, la exposición generó de esta forma, encuentros y oportunidades no sólo para los artistas invitados sino también para los espectadores-habitantes y para todos quienes circulaban diariamente por el barrio. El proyecto fue ideado por Philippe Van Cauteren director del SMAK, (Museo de Arte Actual de Gent, Bélgica), junto a Camilo Yáñez, que lideraba el equipo de artes visuales del Centro Cultural. Lo curioso es que después que abandonó dicho centro, obtuvo esta colocación para aplicar a la curatoría de la Bienal del Mercosur.  Nadie es profeta en su tierra.

CIRCUITOS/CIRCUITS fue concebido –de todos modos- a partir de la búsqueda de un proyecto integrador, con la firme voluntad de que el espacio expositivo se apropiara de su entorno y fuese utilizado forzadamente como un reflejo complejo  de la vida cotidiana. Lo más contradictorio fue asumir el defecto de las palabras aplicadas, en un barrio que ha experimentado una fuerte inversión en Infraestructura Cultural que, sin haberlo pensado, reducía la determinante simbólica del barrio, entre la esquina de la Alameda con Matucana y la zona del hospital, frente a la Quinta; es decir, la estación del Metro. A tal punto fue la construcción de una atracción laguista del barrio, que en términos de competencia directa fue concebido el proyecto CASA, que sectores muy esclarecidos de la derecha ilustrada habían sostenido en un momento determinado.

Pues bien: al menos, en Matucana 100, estando Camilo Yáñez, contrariamente a los grandes encuentros internacionales de arte en los cuales los artistas trasladan sus obras y éstas son expuestas sin tomar en consideración el contexto,  cada uno de los invitados a CIRCUITOS/CIRCUITS trabajó la colocación de sus obras de manera que pudiesen ser “habilitadas”  en  lugares no tradicionales de arte; o sea, en el afuera ilusorio de la reparación objetual, por efecto de de/colocación. Hasta aquí vamos bien. Faltaba que el modelo de la exposición se desplazara para dar curso a la conversión de su diagrama en propuesta expositiva de otro tipo. Lo que funcionó allí no garantizaba la rectitud formal de su expansión. Pero en este caso, el desafío era de otra naturaleza: el modelo inicial contenía desde ya el principio de desplazabilidad  conceptual y operativa.

Mario Navarro realizó varias exposiciones en Matucana 100. Participó en CIRCUITOS/CIRCUITS y montó TRANSFORMER. Es decir, Matucana 100 fue su laboratorio de anticipación. Lo cual demuestra que venían complicitándose con Camilo Yáñez para formular desde ese lugar, pero bajo su autoría, unas modalidades de trabajo que serán vectores de la eficacia que estoy comentando. Lo que debe quedar clara es la relación con Matucana 100. Es muy potente el hecho de que la cáscara del título es solo sostenida en artes visuales por el peso de las iniciativas de sus autores. Respecto de esto, cuando se dice Matucana 100 en artes visuales, se piensa de inmediato en Yáñez y navarro y en los efectos que sus obras produjeron en ese espacio.

Justamente, a partir de TRANSFORMER lo que hace Mario Navarro para la Bienal del Mercosur es proponer artistas que desarrollen  obras que serán programadas por sus autores para ser modificadas o transformadas radicalmente durante el período de la  exhibición. Todas ellas cambiarán unas diez veces durante el curso de su expositividad, con el objetivo final de mostrar a los públicos un modelo de comprensión de la producción de obra, en el que se hagan visibles los procesos de desarrollo de las obras; que éstas  no se terminan en el taller o en el inicio de las exposiciones. Así mismo, este método de trabajo propone una mirada más cercana con la crítica especializada y con la prensa. Es en cierto sentido, una exposición especializada; una exposición experimental en que los públicos serán interpelados en diversos niveles, alcanzados por la dinámica de unas obras que los forzarán a  repensar su rol como sujetos determinantes en el campo contemporáneo del arte.

La exposición agrupará a los artistas en tres dinámicas de cambios, que se manifestarán en propuestas llamadas constructivas, donde las obras irán sumando elementos para comentar el devenir de la muestra. Un segundo bloque de obras desarrollará la noción deneutralidad como táctica de trabajo y finalmente estarán las obras que abordarán sus cambios desde una perspectiva destructiva, donde primarán los procesos sustractivo.

La presencia de TRANSFORMER resulta evidente, pero esta experiencia se combina con el modelo de la muestra del propio Mario Navarro, realizada en el 2008 y que llevó el nombre de Pabellón del Árbol Magnético. Este título hace referencia a la existencia de un “árbol magnético” plantado en la cima de una cuesta, en que si se detiene el  motor de un coche en pleno ascenso, este se mueve en dirección del árbol. Situaciones como éstas ocurren en varias partes del mundo. Lo que importa es saber que se trata de una ilusión óptica. De este modo, Mario Navarro combina un dispositivo de producción de ilusión con otro dispositivo productor de “charlatanería”, vinculada a nociones de radiestesia (disciplina pseudocientífica especializada en la búsqueda de aguas, minerales y objetos bajo tierra) y a los trabajos del médico alemán Franz Anton Mesmer (1734-1815) quien desarrolló la teoría del Magnetismo animal, que posteriormente derivaría en estudios científicos sobre la hipnosis y más adelante sobre el psicoanálisis.

En la 7ª Bienal del Mercosur, la exhibición El Árbol Magnético pretende ser, tanto un sistema vivo de trabajo artístico como un modelo de pensamiento visual sobre el desarrollo de las obras.

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